Escrito por Jade Jones – Traducido por Sam Polanco
Desde que tengo memoria me han dicho que me calle.
“Pareces perico!”. Y yo realmente nunca pude entender porque los adultos de mi entorno insistían tanto con eso; yo amaba hablar con la gente, compartir mis experiencias con otros, y usar mis oídos para sumergirme en el mundo de otra persona a través de sus historias, tener una buena charla, y vice versa. Me callaron por un buen tiempo, y empecé a creer que todos ellos estaban en lo correcto. Ellos no me entendían, ni tenían mucho que decir, y esa era la mejor manera de controlar una parlanchina como yo.
Pero las mejores cosas de mi vida, las personas más poderosas que he conocido, y las mejores experiencias que he logrado tener, puedo decir con toda confianza han llegado a mi vida gracias a mis permanentes ansias por hacer conexiones, el deseo de aprender de otros que siempre he tenido, y el hablar mucho. Me es placentero saber que ellos tienen algo que decir, oír sus voces, encontrar ese tema que los entusiasma y apasiona, y simplemente hablar y hablar de eso. No me da miedo acercarme a otros para empezar una conversación, aportar un poco en una reunión, y hablar con extraños en el transporte público, o compartir cualquier idea que se me pasa por la cabeza.
Definitivamente, emigrar a este país ha sido un reto, y me he perdido a mí misma y quien he creído ser más de las veces que puedo contar. Tenemos que asimilar la cultura para sobrevivir con éxito, pasar por Americano puede ser útil si te dan ligeros ataques de pánico cada vez que ves policías, enviar mensajes a tus padres solo cuando estas en la casa porque no te sientes cómodo usando tu lengua materna en público, reunirte con amigos en Starbucks aun cuando el café sabe como la Gran Depresión. El nivel de interacción entre los humanos en este país es (sorprendentemente) bajo, y después de pasar por una crisis mental masiva, logre acostumbrarme a eso.
Pero, gracias a gente hermosa y su mágico apoyo, ese tipo de apoyo que solo encuentras en la comunidad LGBTQAI2S+, volví a ser yo y recordé quien soy. Estoy aprendiendo de nuevo a ser más empática conmigo misma. Y apenas recientemente, he oído a mucha de la gente que llevo cerca de mi corazón decirme lo mismo, y me han hecho reevaluar la forma como interactuó con la gente: “eres tan conversadora, amo hablar contigo, aprender y tomar nuevas ideas
Entonces, porque he estado tratando de limitarme?
De donde vengo, la gente cree que lo único que tienes que hacer para ser parte de la sociedad es seguir a ciegas lo que hacen los demás, la mayoría de la gente quieren americanizarse (lo que sea que eso quiera decir…) una vez que llegan a Norteamérica para poder encajar. Pero después de vivir en NYC por algún tiempo, la cosa que más adoro de mis amigos es que son tan diferentes, todos han andado por diferentes caminos, y como su punto de vista enriquece mi forma de ver el mundo, yo espero que mis amigos me vean también así.
Por eso me niego a reducirme a mí misma. Quiero llevar bien alto la antorcha de todas las cosas maravillosas que mi cultura ofrece, y las experiencias que me han hecho quien soy, el ser la amiga extrovertida que le habla a tu amor secreto en la fiesta y le pide su número de teléfono porque eres demasiado tímido, la que baila bachata en el tren como una tonta feliz para mantener mi cuerpo caliente en invierno porque la ropa de temporada es confusa y cara, mantener mi origen conmigo y nunca olvidar de dónde vengo, y compartir ese calor de mi gente con los demás, haciéndolos sentir en casa y acercarlos a otros seres humanos sin todas esas normas de distancia que los Norteamericanos consideran correctas.
Pero no me malinterpreten, hay mucho que aprender y absorber de este país, y yo también hago mi esfuerzo de mantener la boca callada de vez en cuando; hablar es compartir, pero escuchar ayuda a aprender y a conectar. Mi mama me decía “tenemos más oreja que boca por una buena razón”, y esa es una forma de desafiarme a mí misma, para asegurarme de que mis dones se fortalezcan a través de cuidar de otros, aun cuando no sea tan buena para eso (les prometo que estoy trabajando en eso!).
A menudo quisiera ser útil para los demás, sueño en apoyar a mi comunidad, ser aquella a la que le piden ayuda cuando necesitan un hombro en el que llorar, añadir valor, ser un símbolo de consuelo. Pero simplemente esta soy yo. Se libre llevando tu bandera del modo que te dé más alegría y orgullo en tu corazón, y de seguro nos encontraremos en el camino ☺
De que formas llevas tus raíces/cultura contigo? Como incorporas tu sentido de hogar en Norteamérica? Cuáles son esas cosas que quieres compartir con otros de la cultura con la que te identificas? ME ENCANTARIA leer todo esto en los comentarios!!!
Jade Jones es una habichuela queer Afrolatina, nerda de los idiomas, y una eterna alma curiosa. Le encanta escribir, conectar con el mundo a través de las palabras, conversar y comer chocolate.